jueves, 15 de julio de 2010

Debate sobre el estado de la ¿nación?

Ha finalizado esta mañana el debate sobre el estado de la ¿nación? y como en los últimos años ha vuelto a ser un fiasco monumental.
No voy a entrar en las generalidades que podemos leer todos en los periódicos, esos papeles que arriman el ascua a la sardina que más les interesa, algo que difiere bastante de la labor informativa que se les presupone. En fin...que ya ha quedado claro que Zapatero ha salido como ha podido y que Rajoy, el hombre, pues en su línea de mucho ruido y pocas nueces.

Lo que realmente me preocupa es el escaso nivel del debate político de este país. Unos y otros son incapaces, no ya de proponer iniciativas, sino de interpelarse y responder sobre la misma cosa. El debate, por tanto, deja de ser debate para convertirse en dos discursos paralelos que jamás se cruzan. Yo creo que no se cruzan ni para insultarse porque hasta para esto son previsibles y faltos de imaginación nuestros inefables políticos.
En la mañana de hoy, Rajoy ni se ha presentado a escuchar a los grupos minoritarios, pero es que el Sr.Presidente del Gobierno les ha dado la réplica con un tono desenfadado, con continuas sonrisas y escasa seriedad que creo sinceramente que también requieren, para eso es mejor no ir. Vergonzoso.

Por otro lado, tenemos el gravísimo problema de la representación ciudadana en la cámara baja. La no existencia de equidad entre votos y escaños debido a la nefasta Ley Electoral que tenemos, nos pone ante el panorama actual (lleva así más de 30 años) en el que según la circunscripción en que te presentes, un puñado de votos te dan 8 diputados o más de un millón sólo te reportan 2 escaños. Con semejante situación es difícil que los ciudadanos se sientan representados y que los acuerdos que se alcancen vayan en favor de la mayoría.

En definitiva, que queda demostrado una vez más el lamentable nivel del debate en el Congreso, que sabemos que los acuerdos siempre beneficiarán a las minorías cuya ecuación voto-escaño es más favorable debido a sus circunscripciones y que por supuesto será una quimera intentar averiguar si España es una nación y el debate es sobre esto, un conjunto de naciones y debemos tener un conjunto de debates, un artificio que acabará por reventar, un chiste o un país muy serio con 46 millones de habitantes, muy respetables todos ellos y que piden que sus políticos sean, a su vez, serios también.

¡Qué país!

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