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He sido incapaz de poner título a esta entrada/Llevaba un par de días con ganas de escribir sobre este tema pero no sabía como enfocarlo/No ha sido la llamada que esperaba, no era la noticia que necesitaba/La gente se va, no se lo merecen, pero se van/Con algunos tienes más contacto, con otros menos pero tienes gente muy cercana a quien se le rompe la vida/El vacío/La injusticia para quienes no creemos que eso sea ir junto a nadie allá arriba/Aquí es donde hacen falta/Células malignas/Bacterias inmunes/Hijas de puta todas/Hijos/Nietas/Miedos/¡Una madre no!/Dolor profundo/Rabia contenida/Y sin embargo te dan tanto cariño que te abruma/Fue muy sano/Lo necesitaba/Un abrazo, dos besos/Lágrimas y lamentos/Lucha, lucha y lucha/Espera cruel/Va a morir/...

PD: la muerte es siempre injusta para quien se queda. Perdón por la falta de puntuación pero los pensamientos se agolpan igual en mi cabeza que en la pantalla...y hay muchos más. El recuerdo nunca muere y los hace estar más vivos que nunca.

Entre velos y votos

El primer día en vigor de la ley que prohíbe vestir el velo islámico integral en Francia y ya ha habido detenciones...¿veis como cuando se quiere sí que se puede aplicar la ley rápidamente? Y efectivamente se aplica cuando se quiere, pero también donde se quiere, porque no lo van a hacer en todos sitios si con toda la gente. No veo a la gendarmería entrando en un suburbio parisino de mayoría musulmana retirando velos por la fuerza...

Pero mi reflexión (no siendo un experto en el día a día de Francia) va referida a la omnipresente casualidad política que acompaña a ciertas leyes sea cual sea el país en que se promulgan.
Pues resulta (como diría mi prima pequeña) que hace tan sólo unos días, el señor Sarkozy perdió estrepitosamente unas elecciones en las que su partido quedó como la tercera fuerza política en la mayor parte de las circunscripciones francesas. La votación la ganó el Partido Socialista, hasta aquí todo normal, pero lo más grave es que la segunda en discordia es la formación política liderada por la hija del ínclito Jean Marie LePen, formación ultraderechista que evidentemente ha obtenido este resultado por la fuga de votos que ha sufrido el partido del presidente Sarkozy.

Como diría un castizo: "blanco y en botella..." nuestro pequeño vecino ha dado un giro al timón (hacia la "ultra"derecha) en busca de la reconquista de los votos perdidos porque se ve "más fuera que dentro" del Elíseo y claro, a ver quien busca piso ahora por París con lo caros que se han puesto.

Puede que sea una mera casualidad, en las que yo no creo, y mucho menos hablando de política. Así que me parece que estamos en otro claro caso de "causalidad" política...
Sea o no sea buena la medida, no es momento de valorarla, aplicarla de este modo es sospechosamente electoralista.