jueves, 10 de junio de 2010

Matando el tiempo

No sé si son las 6, las 7 o las 7:30. Ni siquiera sé si es martes, miércoles o jueves y por supuesto no tengo idea del día concreto del mes. Y es que se pierde la noción del tiempo, todos los días son iguales. Esta monotonía es peor que la otra, llegas a no diferenciar el día de la noche si no te esfuerzas por acostarte a horas no demasiado intempestivas para levantarte pronto y no sentirte el parásito número uno de esta ciudad que te ignora y a la vez te atrae para que no la dejes.
Internet se convierte en nueva ocupación para buscar ocupación, horas delante de la pantalla, disgusto tras disgusto, buscando palabras de ánimo en chats y redes sociales que son tan antisociales como la mayoría de zorras y chuloputas que necesitan una foto con ángulo picado (desde arriba pa'los de la ESO)o con flashazo en un espejo para interactuar con alguien mezclando mayúsculas, minúsculas y faltas de ortografía del tamaño de la catedral de Burgos y que habitan en ellas.
Enciendes el televisor pero siguen saliendo zorras y chuloputas que venderían a su madre por un puñado de monedas bañadas en su propia mierda o periodistas que jamás morderán la mano de su ideologizado (untado hasta las cejas) amo para que tú puedas tener una visión medio seria de la realidad. Aunque hablar de realidad en esta época sea algo digno de teorías filosóficas complejas.

Parece que para salir de esta espiral del paso del tiempo sin saber qué momento es, lo más fácil tiene que ser convertirte en un comemierda y permitir que te pongan el ojete como los túneles de la M-30. Y eso va a ser que no.

Me compraré un reloj...y una escopeta.

2 comentarios:

  1. no me gusta nada todo esto!

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  2. [perdona aun me hago algún lío con esto]

    Magnifico blog y magnificas reflexiones que más de uno tendíamos que tener en cuenta.

    Suerte.

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